Más de 13 años. Es el tiempo que ha tardado en completarse la interoperabilidad del sistema sanitario en España con la receta electrónica y la historia clínica digital, según se lamentaba en una reciente comparecencia en el Senado el ministro de Sanidad, Salvador Illa. “Tenemos que seguir avanzando de forma urgente en el proceso de digitalización y conexión de los sistemas y debemos hacerlo de forma más ágil”, decía.
Avanzar hacia la digitalización supone incorporar al funcionamiento del sistema sanitario algunos conceptos cada vez más presentes a nuestro alrededor como la Inteligencia Artificial, el Big Data o la telemedicina.
En concreto, un estudio de Deloitte auguraba hace ya algún tiempo que, en 2025, “el hogar será el lugar habitual para el seguimiento rutinario de la salud, los hospitales estarán reservados para el tratamiento especializado, traumatología y urgencias, muchos de los contactos médico-paciente se realizarán de manera virtual (…), más del 70% de los españoles realizarán una consulta por conexión video y los individuos estarán mejor informados sobre su perfil genérico y su salud”.
Sin embargo, alcanzar esta meta requiere un camino de reflexión que nos lleve a pensar no solo sobre la propia tecnología sino “sobre la manera de prestar los servicios sanitarios”. Así lo explica a Healthinking el doctor Julio Mayol, profesor titular de Cirugía (acreditado como catedrático) de la Universidad Complutense de Madrid y director médico del Hospital Clínico San Carlos, que advierte que cometeríamos un “error” si nos limitamos a trasladar al ámbito digital el sistema sanitario actual.
En este proceso de reflexión, el doctor Mayol señala tres aspectos fundamentales, como son “un nuevo modelo de negocio, una nueva cultura y una tecnología”, y un cambio de mentalidad, que pase por dejar de medir el funcionamiento del sistema por el número de camas o de pruebas realizadas y evaluarlo a través de los resultados en salud.
“Medir los resultados es más importante que medir el volumen de actividad que se hace (…) La gente no quiere comprarse un coche; lo que quiere es movilidad (…) El medio no es lo importante, porque está disponible en diferentes formatos. Lo importante es centrarse en el valor (…) Y toda la transformación digital es hacia el resultado”, añade.
En este cambio de mentalidad, el doctor Mayol considera que los ciudadanos son, junto con el acceso al conocimiento y la propia tecnología de la información, una de las principales palancas que pueden hacer posible este cambio. “Si todo esto no se alinea, es imposible que se produzca la transformación”, advierte.
“La transformación la mueven los ciudadanos, que tienen acceso al conocimiento a través de las nuevas tecnologías, formulan sus peticiones a los representantes políticos y estos ponen en marcha una nueva estrategia que el sistema de salud implementa”, explica. “Es un círculo que alguien tiene que empezar a mover”, indica.
Activar ese círculo supone, asimismo, abordar de forma decidida otras importantes cuestiones como el modo de poder aprovechar todo el potencial que suponen herramientas como la Inteligencia Artificial con fines predictivos sin que esto choque con la libertad y seguridad de los ciudadanos, debates que cada vez están más presentes en la agenda pública.
Julio Mayol es director médico y de innovación en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid, profesor titular de Cirugía en la Universidad Complutense y secretario de la BJS Society. Asesora a varias jóvenes «start-ups» dedicadas a la tecnología biomédica y la eSalud. Ha recibido varios premios por su labor profesional en el campo de la I+D+i, como el de la Real Academia Nacional de Medicina, el premio Fenin a la Innovación, el premio Fujitsu a la Innovación, el premio A Tu Salud del periódico La Razón al Investigador del Año y el premio a Personalidad Digital de Salud Digital-ConSalud.
Ejemplos de ellos se han puesto de manifiesto con las aplicaciones de proximidad para el rastreo de contactos durante la crisis del coronavirus. Una crisis que, según el doctor Mayol, lejos de agilizar el proceso hacia la digitalización, puede repercutir negativamente en el mismo pues, a su juicio, de este tipo de crisis, se suele salir con medidas más conservadoras que disruptivas.
Por el momento, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado en diferentes intervenciones públicas su intención de “elaborar un Libro blanco de transformación digital del Sistema Nacional de Salud, que establezca las líneas maestras para avanzar en este ámbito, con la participación de las comunidades autónomas, de expertos y con los Ministerios de Asuntos Económicos y Transformación Digital, y de Ciencia e Innovación”.
Por delante, por tanto, queda un largo camino por recorrer y muchas decisiones que tomar. Ese camino no estará exento de dificultades, muchas de ellas derivadas del coronavirus. Sin embargo, el escenario de reflexión estructural sobre el funcionamiento y el necesario refuerzo del sistema supone una oportunidad para llevar a cabo la reflexión que sugiere el doctor Mayol y hacer posible que la digitalización sanitaria sea por fin una realidad y permita, al mismo tiempo, construir un sistema más fuerte y robusto.
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