El futuro de la gestión sanitaria. Cómo adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad y contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario.

Con Jon Guajardo, vicepresidente segundo de SEDISA y referente SEDISA en el País Vasco

La sanidad española, es reconocida por ser una de las mejores del mundo, pero necesita profundos cambios para mantener y mejorar el logro del bienestar social adquirido. De hecho, la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto algunas debilidades del sistema sanitario. En este ecosistema, en actual proceso de transformación, la gestión sanitaria resulta ser de suma importancia, para que las organizaciones sanitarias contribuyan a resolver las necesidades de salud de la sociedad actual y futura.

Jon Guajardo, director gerente en organización sanitaria integrada en Barrualde-Galdakao y vicepresidente segundo de SEDISA, ha mantenido una conversación con Healthinking en la que se ha hablado sobre los principales retos y oportunidades de la gestión sanitaria, junto con las tendencias que pueden influir en su transformación y la necesidad de una mejora en la coordinación, tanto a nivel institucional como a nivel organizativo.

En 1986, se puso en marcha la Ley General de Sanidad, la cual fue un gran hito. La Sociedad ha cambiado. Por ejemplo, en aquella época, sólo alrededor del 10% de la población superaba los 65 años; a día de hoy, estamos en unos índices donde el 20% de la ciudadanía tiene más de 65 años y la tendencia es que en los próximos años, se superará el 25%.  “Se ha quintuplicado el número de personas mayores de 80 años” y, sin embargo, el modelo sanitario sigue siendo el mismo, lo que está reflejando cierto agotamiento en el propio modelo y en algunos ámbitos como la atención primaria, cuestionándose la sostenibilidad del sistema”, expone Guajardo. Así pues, aunque en parte este cuestionamiento haya sido acelerado por la pandemia, los retos a los que nos enfrentamos no son exclusivos de esta.

“Es necesario avanzar en el conocimiento de cómo generamos valor en los procesos asistenciales”, destaca Guajardo cuando le preguntamos sobre cómo contribuir a un sistema de salud sostenible, teniendo en cuenta los cambios en la naturaleza de la población.  “Esa generación del valor implica una reflexión y un cambio del modelo de atención, un cambio en el modelo de gestión asistencial y también es necesario un cambio en el modelo de la gestión de las propias personas, junto con una revisión del modelo de provisión y financiación”, explica el doctor.  Es necesaria la adecuación del SNS a las necesidades actuales y futuras, que facilite esta nueva gestión.

Los pasos hacia la transformación de la gestión sanitaria

La profesionalización de la gestión. La salud como tal supone el 12% del PIB del país. Casi tres millones de personas están vinculadas al sector de la salud. “Es una parte muy importante de la riqueza de la sociedad”; Las organizaciones sanitarias son empresas complejas que deben contar con los mejores gestores. La clave está tanto en la selección de los profesionales como en su capacitación continua”, explica Guajardo. “Debemos definir criterios objetivos y transparentes en su selección, así como una evaluación en el cumplimiento de los objetivos, siempre en base a resultados”, puntualiza.

Para ello la capacitación es fundamental, a la hora de establecer los criterios en torno a la formación necesaria, eje vertebral de la profesionalización de la gestión. Es esencial tener en cuenta los distintos niveles de gestión y las múltiples especialidades. “Hay dos ámbitos que podemos diferenciar: por un lado, capacitar a posibles futuros gestores de la salud (incluso con grados universitarios en gestión sanitaria), y por otro, continuar con la formación de los que ya desempeñan esta actividad”, expone Guajardo, “y el reto es sistematizarlo y potenciarlo desde el ámbito institucional”, puntúa.

Jon Guajardo

Jon Guajardo es licenciado en Medicina y Cirugía General por la UPV, con máster en Planificación y Gestión Sanitaria, y postgrado de especialización en Economía de la Salud, Farmaeconomía y Sistema Sanitario por la Universidad de Deusto. Antes de ejercer como director gerente en organización sanitaria en Barrualde-Galdako y ser vicepresidente segundo de SEDISA, Guajardo llevó la gerencia de hospitales como el Galdako-Usansolo, el Universitario Basurto o el Zumarraga, entre otros.

Es importante que esa formación de la gestión no se quede únicamente en el ámbito de los gestores, “sino que se incorpore a todos los actores que participan en el sistema de salud” -explica Guajardo- “se propone que, en cada uno de los grados de ciencias de la salud, se incluya algún capítulo sobre gestión sanitaria”, añade.

La medición y evaluación de los resultados. Es uno de los aspectos en los que se debe avanzar de forma intensa, para construir un modelo de medicina basado en valor. Hasta ahora, los resultados que más se utilizan son aquellos vinculados a la actividad, a la producción, al presupuesto. “Es importante cambiar el paradigma de empresas de producción a empresas de resultados”, puntualiza el presidente territorial de SEDISA en el País Vasco. “No puede ser que las organizaciones sanitarias en el ámbito de la gestión sólo se estén evaluando por la cantidad de consultas o el gasto generado; se debe medir aquello que contribuye a cumplir con la misión de las organizaciones sanitarias:  mejorar la salud de los ciudadanos”, explica el doctor Guajardo. Por ello, es necesario que se midan los datos que se generan, según ese principio, incorporando también aquellos que importan al paciente. “Y se puedan evaluar tanto desde el punto de vista clínico como desde el punto de vista de la gestión”, añade. Y es que, para poder mejorar, es esencial disponer de indicadores de los resultados que se están obteniendo en la práctica clínica habitual.

La digitalización. La transformación digital ha irrumpido de forma clara en la sociedad y en los grandes sistemas empresariales, pero es un proceso que va más lento cuando se trata de su aplicación en el sistema de salud. “Para poder elevar la medición y evaluación de los resultados en salud, necesitamos datos que nos ayuden en la toma de decisiones; una historia clínica electrónica única, es imprescindible para avanzar en la transformación digital,”, explica Guajardo. “En la mayor parte de las Comunidades Autónomas no se dispone de ella, y ese es uno de los primeros pasos para que avancemos. Historia interoperable, que garantice la atención sanitaria en todo el país”, expone el doctor. “La trasformación digital es una herramienta fundamental en el avance de la necesaria trasformación del sistema, que ayudará a generar valor en la gestión, mediante la medición y evaluación de los datos y los resultados obtenidos”. Es necesario incorporar la propia percepción de los pacientes, lo que importa al paciente mediante los indicadores específicos PROM y PREM”, explica Guajardo.  Desde esta premisa, se podrá avanzar en la mejora de las decisiones, incorporando incluso los algoritmos de inteligencia artificial de forma sistemática

Es esencial que todos los actores que conforman el sistema sanitario estén alineados al mismo objetivo, y coordinados en su proceso individual de transformación para que encajen en el proceso global. Sin una buena gestión sanitaria, es imposible que se lleve a cabo un cambio positivo en el sistema, ya que su profesionalización y la incorporación de nuevas ‘maneras de hacer’ son claves para el desarrollo del ecosistema entero. Para ello es necesario el liderazgo institucional con un consenso político y social. Al fin y al cabo, como bien indica el vicepresidente de SEDISA, “el Sistema de Salud que tenemos es un gran logro social y no es propiedad de partidos políticos, ni de gestores, sino de toda la sociedad y debemos esforzarnos en mantenerlo y mejorarlo, y desde la gestión sanitaria tenemos que intentar contribuir a este gran objetivo”.

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