El futuro del sistema sanitario en los planes y estrategias del gobierno

El pasado mes de enero, Healthinking plasmó diez ejes clave para el debate sobre sanidad en 2021. Las múltiples conversaciones que hemos mantenido en el think tank con destacados expertos del sector le han permitido proyectar una imagen sobre cómo la irrupción del coronavirus cambiaría el sistema sanitario en España, destacando los próximos doce meses como horizonte clave para determinar los cambios precisos que se requerían para construir el futuro del país en materia de sanidad.

Entre los diez pilares puestos de manifiesto sobre los que pivotaría el debate, la gobernanza, la financiación y el impulso a la Atención Primaria rigieron parte de la conversación. Por otro lado, también se puso en valor el papel de los profesionales sanitarios, la humanización y centralización en el paciente y, sobre todo, la innovación y la investigación como núcleo de la solución.

Han pasado seis meses y durante este período de tiempo, ¿cuáles son los pilares en los que más se ha profundizado? ¿qué lugar ocupa el futuro del sistema sanitario en los planes y estrategias del gobierno español? Con este fin, Healthinking, cumpliendo con su objetivo de anticipar los retos de futuro, incentivar la reflexión sobre ellos y facilitar, en último término, la toma de las mejores decisiones, ha analizado brevemente el espacio y la relevancia que se le ha dado a la sanidad los planes de recuperación y construcción de un futuro mejor tras la pandemia.

 

Los fondos EU Next Generation: Plan del Recuperación, Transformación y Resiliencia

Como consecuencia de la pandemia, y con el objetivo de apoyar las reformas e inversiones de los Estados miembros encaminadas a abordar el impacto económico derivado por la COVID-19, el Consejo Europeo acordó en julio de 2020 crear un instrumento excepcional de recuperación temporal; los fondos EU Next Generation (EU), conformados por un total de 750.000 millones de euros entre préstamos y subvenciones, de los cuales España recibirá 140.000 millones.

Para poder acceder a los fondos, los Estados han diseñado Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia, incluyendo una agenda de inversiones y reformas proyectadas para el período 2021-2026. En España, el instrumento nacional habilitado es el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en el cual se identifican diez ‘políticas palanca’ de reformas estructurales para propiciar un crecimiento sostenible e inclusivo.

Ante todos estos planes, palancas y fondos, ¿cuál es el espacio, tanto económico como de transformación, otorgado al futuro del sistema sanitario? La política palanca de ‘Pacto por la ciencia y la innovación. Refuerzo de las capacidades del Sistema Nacional de Salud’, con una inversión de 1.069 millones de euros del total de los fondos recibidos, es la que aglutina la renovación y ampliación de las capacidades del Sistema Nacional de Salud, mayoritariamente en sus Componentes 17 y 18, desarrollando múltiples ejes sobre los que impulsar la transformación del sistema, tanto a nivel institucional como a nivel tecnológico y de humanización.

Los principales pilares en los que se centrarán las reformas e inversiones a acometer de aquí al 2026 serán el fortalecimiento de la atención primaria, la regulación de medicamentos y productos sanitarios, junto con la mejora de acceso a estos, la inversión en alta tecnología y las condiciones de los profesionales sanitarios.  Todo lo anterior, supondría la transformación del sistema de salud pública; uno de los principales objetivos del Componente 18. Por otro lado, es importante destacar que el canalizador de los fondos será el Ministerio de Ciencia e Innovación, no el de Sanidad; ese último, no se encuentra representado en la Comisión Interministerial de Fondos, lo que significa que, aunque el Ejecutivo haya dotado al sector sanitario de una especial relevancia en el Plan de Recuperación post COVID, a nivel técnico no habrá ningún profesional del Ministerio de Sanidad en el Comité que gestionará los fondos europeos.

 

Estrategia España 2050

El futuro está más presente que nunca. La importancia de acabar con el “cortoplacismo” y mirar a largo plazo es cada vez más evidente, y la necesidad de establecer una ruta común a nivel país para los próximos treinta años ha llevado al gobierno a desarrollar la “Estrategia España 2050”, la cual pretende identificar los desafíos y oportunidades sociales, económicos y medioambientales a los que España se enfrentará en las próximas tres décadas.

En materia de sanidad, la estrategia pretende elevar progresivamente el gasto público en Sanidad hasta el 7% del PIB a partir de 2030.  Asimismo, la hoja de ruta para las próximas tres décadas plasma distintos retos y objetivos enfocados en los siguientes ejes principales: centrarse en la cronicidad, fortalecer la Atención Primaria, aumentar las innovaciones farmacéuticas y biotecnológicas, introducir y promover la participación ciudadana en la toma de decisiones, impulsar la co-gobernanza entre las instituciones sanitarias, la acción política y las empresas, y asegurar la efectividad y equitatividad de los recursos destinados a la atención sanitaria.

 

Una nueva etapa: los próximos pasos hacia la recuperación

Más allá del peso de la sanidad en los planes y proyectos estratégicos del Gobierno, algunos de los primeros pasos hacia la recuperación a nivel nacional se han podido entrever con iniciativas como la creación de la Comisión de Salud Digital, órgano que potenciará la co-gobernanza y la intergobernabilidad de los proyectos e iniciativas por parte de las de las distintas administraciones, o la Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud, en la cual se destaca el empoderamiento del ciudadano en el cuidado de la salud.

La pandemia ha puesto encima de la mesa múltiples retos, objetivos y hechos, como el carácter estratégico de la industria farmacéutica, la necesidad de asegurar el abastecimiento y favorecer la equidad en el acceso a los nuevos tratamientos o la importancia de la co-gobernanza. Tanto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como en la Estrategia España 2050, se encuentran ejes comunes sobre los que liderar la transformación del sistema, como el fortalecimiento de la Atención Primaria, la innovación farmacéutica o la co-gobernanza.

Los pilares, los retos y los objetivos están claros. La pandemia nos debe servir para reflexionar sobre nuestro sistema de sanidad, y trabajar con todos los agentes involucrados para crear uno más robusto y resiliente, mirando siempre hacia una recuperación conjunta, impulsada por la transformación e innovación del Sistema Nacional de Salud.

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