La elevación de los estándares de cuidado en cuanto a la cronicidad

Con Jesús Santianes, coordinador del grupo de trabajo de cronicidad en SEMERGEN

La pandemia ha supuesto un cambio en la atención sanitaria como la entendíamos, marcando un antes y un después tanto a nivel asistencial como organizativo, para así poder dar respuesta a las demandas y necesidades que presentan los pacientes. De hecho, los pacientes crónicos han sido uno de los grupos más afectados por la crisis sanitaria; desde los efectos secundarios que la COVID-19 puede tener sobre estos pacientes, a las dificultades en cuanto la atención y la continuidad asistencial que estos pacientes crónicos necesitaban, o por la ausencia de medios tecnológicos para desempeñar una verdadera telemedicina entre otros motivos.

Jesús Santianes, coordinador del Grupo de Trabajo de Cronicidad y Dependencia de SEMERGEN, ha mantenido una conversación con Healthinking en la que ha compartido su experiencia como profesional y punto de vista sobre el abordaje a la cronicidad y la necesidad de elevación de sus cuidados tras la pandemia.

En España, son más de 22 millones de personas las que padecen alguna enfermedad crónica, y la prevalencia de la cronicidad se concentra en mayores de 55 años. La esperanza de vida de los españoles ronda los 83 años y, de acuerdo con los indicadores demográficos, este horizonte temporal seguirá ampliándose, lo que convierte a España en uno de los países con la población más longeva del mundo. “La cronicidad representa un éxito de nuestro sistema de salud”, apunta el Dr. Santianes. “Los avances científicos han supuesto una mejora de las herramientas disponibles que permiten realizar un diagnóstico más precoz y preciso de la patología, lo que unido a la existencia de nuevas posibilidades terapéuticas ha hecho posible transformar enfermedades agudas, que causan el fallecimiento del paciente, en enfermedades crónicas”, puntualiza el coordinador.

 

El paciente experto

Es fundamental implicar de nuevo a los pacientes, concretamente a aquellos que presentan patologías crónicas, en el autocuidado de su salud. “Hablamos del concepto del paciente experto, que es aquel que padece una enfermedad crónica y va a ser capaz de identificar los síntomas de su enfermedad”, explica el Dr. Santianes. Y es que, si los pacientes saben y practican unos cuidados adecuados, se podrán desarrollar mejores planes de cuidados integrales contando con la participación del paciente. “Se han propuesto tres niveles progresivos para la educación en salud: funcional, interactiva y crítica. El primer nivel, o funcional, se refiere a suministrar información sobre la salud; el segundo, o educación interactiva (también se puede denominar operativa), hace referencia al desarrollo de habilidades, y por último el tercer nivel, o educación crítica, engloba la capacidad de actuar integrando los dos niveles anteriores”, desarrolla el coordinador de cronicidad en SEMERGEN.

Para poder llevar a cabo este proceso, la relación entre el paciente y los distintos profesionales sanitarios es fundamental. “Para aquellos pacientes que tienen una relación duradera, de más de 15 años, con su médico de Atención Primaria, tienen entre un 20 y un 30% menos de posibilidades de acudir a un Servicio de Urgencias Hospitalario, requerir ingreso o fallecer”, apunta el Dr. Santianes. Por ello, es esencial mantener y, en el caso de deterioro, recuperar la relación médico-paciente. “Medidas como favorecer la accesibilidad de los pacientes a los recursos sanitarios, la eliminación de trámites burocráticos o la disminución de listas de esperas podrían contribuir a recuperar la confianza de los pacientes en los Servicios de Salud”, concluye el coordinador.

La e-salud, uno de los grandes avances

La digitalización del sector sanitario permite crear las condiciones óptimas para que el paciente sea partícipe de las decisiones que afectan a su salud; las nuevas tecnologías y las TICs ofrecen una gran versatilidad de servicios, tanto para los profesionales sanitarios como para los propios pacientes. “La telemedicina, por ejemplo, va a facilitar las consultas a distancias; supone un ahorro de tiempo y costes de desplazamiento”, destaca el Dr. Santianes. “Por otro lado, existen Apps enfocadas al profesional sanitario o al paciente que permitirán el registro de datos de salud, monitorizar determinados parámetros o actuar como recordatorio de toma de medicación, así como también la transmisión de los datos recogidos a los profesionales sanitarios, entre otras ventajas”, apunta el coordinador de SEMERGEN. “Mientras, los weareables facilitan la monitorización y registro de los datos de salud de una manera pasiva, sin que el paciente tenga que realizar ninguna acción, únicamente llevando el dispositivo”-añade- “y la historia clínica permite la centralización de la información sanitaria del paciente”, concluye el Dr. Santianes. Estos servicios, de naturaleza digital e impulsados por la tecnología, conseguirán una serie de beneficios en la transformación del sistema sanitario, como la mejora de la monitorización de los pacientes, aportar información por manuales o guías de patología para el paciente, favorecer la adquisición de hábitos saludables o la mejora de la adherencia terapéutica, entre otros.

Jesús Santianes

Jesús Santianes es licenciado en Medicina por la Universidad de Oviedo, en la que también se especializó en Medicina de Urgencias y Emergencias. Además, tiene un máster en Medicina de Urgencias, Emergencias y Catástrofes por la Universidad CEU Cardenal Herrera. También es especialista en geriatría, medicina familiar y comunitaria, gerontología. A día de hoy, es coordinador Nacional de Cronicidad y Dependencia de SEMERGEN y médico de Urgencias en HUCA.

“Para que esta digitalización en salud sea óptima, va a ser necesaria la predisposición de la administración sanitaria”, introduce el Dr. Santianes. “Por otra parte, también se requiere que tanto el profesional como el paciente estén preparados para el uso de las nuevas tecnologías, ya que en la mayoría de las ocasiones el perfil del paciente crónico va a ser el de una persona de edad avanzada, con pluripatología, y que puede presentar cierto grado de deterioro funcional o cognitivo, el cual no le va a permitir adquirir las competencias digitales necesarias para el uso de estas tecnologías”, expone el coordinador de SEMERGEN.

La colaboración con la administración pública

A nivel nacional, existe una estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud, dirigida por el Ministerio de Sanidad, en la que participan varias sociedades científicas, como la SEMERGEN, asociaciones de pacientes y representantes de las distintas Consejerías de Salud, del propio Ministerio y otras organizaciones gubernamentales. Esta Estrategia, tiene como misión establecer un conjunto de objetivos y recomendaciones para el Sistema Nacional de Salud, que permitan orientar la organización de los servicios hacia la mejora de la salud de la población y sus determinantes, la prevención de las condiciones de salud, y las limitaciones en la actividad de carácter crónico y su atención integral. Posteriormente, cada una de las Consejerías de Salud de las distintas Comunidades Autónomas adapta estas recomendaciones y desarrolla planes de actuación para sus escenarios específicos.

“Es de agradecer la existencia de estas iniciativas de colaboración entre los ‘médicos de a pie’, representados por las sociedades científicas y la Administración Pública porque, como ya hemos visto, si queremos abordar de la mejor manera posible la cronicidad, esta colaboración es imprescindible”, explica el Dr. Santianes.  “Si tuviera que definir cómo es la relación entre todos estos agentes implicados en la gestión global de la cronicidad, me gustaría utilizar el término «esperanzadora», añade el coordinador de SEMERGEN. “Si bien es cierto que, en los últimos dos años, en relación con la pandemia, muchas de las líneas de trabajo relacionadas con cronicidad, por no decir la práctica totalidad, se han visto ralentizadas, en el momento actual la voluntad de las instituciones y de los grupos de trabajo por retomar la actividad me hace ser optimista”, concluye.

Si bien se puede ver la cronicidad como un problema, también es importante verla como un hito positivo, “un éxito del sistema de salud” como bien ha indicado el Dr. Santianes, ya que, en parte, refleja los avances sanitarios hasta día de hoy. Por ello, debe haber una coordinación y cooperación entre los especialistas sanitarios, las administraciones públicas y todas aquellas instituciones que formen parte del ecosistema de transformación del sistema y el abordaje de la cronicidad, siempre teniendo en cuenta el papel fundamental del paciente. Por otro lado, tampoco debemos olvidar la relevancia de todas esas herramientas que facilitan la transmisión de este tipo de información y conocimiento, ya que como bien ha indicado el Dr. Santianes, “en ocasiones tendemos a restringir nuestro punto de vista, limitándonos a abordar las situaciones de manera tradicional, y en estos casos iniciativas como Healthinking permiten una visión global y multidisciplinar que resulta muy enriquecedora”.