¿Cómo serán los nuevos líderes sanitarios? ¿Qué cualidades y competencias deberán tener? ¿Qué estrategias de gestión serán efectivas para fomentar la innovación en el ámbito de la salud? ¿Cómo se abordarán los desafíos emergentes en la atención médica? Estas son solo algunas de las preguntas que podemos plantearnos en torno al liderazgo de la sanidad del futuro.
En primer lugar y, para abordar esta cuestión de manera transversal, debemos tener en consideración los retos actuales de nuestro sistema sanitario. Desde la Organización Médica Colegial de España (OMC), la vicepresidenta, Isabel Moya; y el representante nacional de médicos jóvenes y promoción de empleo, Domingo Sánchez, señalan dos desafíos muy claros: la reorientación del modelo actual y los flujos demográficos profesionales y sanitarios.
Para la Dra. Moya, “el modelo está en estos momentos caduco, es una evidencia constatada por los profesionales que estamos dentro y por los usuarios, ya que no cumple con las necesidades de hoy en día; es un modelo reactivo basado en el tratamiento de la enfermedad. […] Hay que transformar el sistema hacia uno predictivo, preventivo, poblacional, personalizado y de precisión”. Según ella, “la tendencia más a mano que tenemos y que parece a priori más eficaz para este cambio es la transformación digital”, apunta.
Por su parte, el Dr. Sánchez coincide en que hay que dar “un giro de 180º al sistema”. En términos de flujos de profesionales, incide en que “nos vamos a quedar sin profesionales sanitarios”, sobre todo por el atractivo de condiciones de los países del norte de Europa frente a los del sur. Asimismo, subraya los importantes retos en términos de demografía sanitaria, “la población que teníamos en los años 60 y la salud centrada en diferentes patologías ha cambiado totalmente, estamos hablando de enfermedades crónicas, de población más envejecida y cómo dimensionar los sistemas de salud para responder a estas nuevas situaciones es uno de los mayores retos que tenemos por delante”, puntualiza.
María Isabel Moya es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alicante, especialista en Radiodiagnóstico en Hospital General y Universitario de Alicante y doctora en Medicina-Departamento de Medicina Clínica por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Ha desempeñado distintos puestos dentro de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana. Miembro de la SERAM, SEDIM y Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, vicepresidenta primera de las Fundaciones de la Organización Médica Colegial (FPSOMC, FFOMC y FCOMCI). Fue presidenta del Colegio de Médicos de Alicante desde abril de 2018 hasta junio de 2021 y Jefa de Servicio de Diagnóstico por Imagen del Hospital de Vinalopó-Elche entre 2010 y 2018 y del Hospital de Torrevieja desde 2011 a 2018. En la actualidad, es radióloga en Servicio de Radiodiagnóstico en Unidad de Patología Mamaria del Hospital General Universitario de Alicante (HGUA) y vicepresidenta primera del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.
Esta transformación del sistema también parte por redimensionar la capacidad de interconexión y comunicación entre las diferentes especialidades y disciplinas que engloban el ámbito sanitario. Para Moya, se tendría que contar con “modelos organizativos en unidades funcionales que sean transversales” en contraposición con el modelo actual que cuenta con una “organización fragmentada por especialidades”. Además, la radióloga señala que, a futuro, “los equipos de profesionales tienen que integrar otros perfiles, […] el informático tiene que estar, el tecnólogo, el experto en data science, todas esas figuras que van a emerger no pueden trabajar por separado”, incide.
En esa línea, Sánchez recalca que “las nuevas generaciones estamos deseosas de ser capaces de trabajar de esa manera” integrada e interdisciplinar. Según el oncólogo, “ese liderazgo clínico tiene que ser interprofesional y multidisciplinar, se debe trabajar bajo un claro liderazgo médico centrado en el paciente con enfermería, con farmacéuticos, con todos; […] necesitamos líderes clínicos que sean capaces de trabajar en conjunto y de coordinarnos en equipo para dar resultados”, aunque apunta que actualmente “no existe la posibilidad de ejercer ese liderazgo por el encorsetamiento del sistema”. Para ambos, ese rol debería ejercerse por el profesional médico bajo el modelo de atención primaria, pero que “actualmente no se está usando y utilizando correctamente dicho enfoque, […] ya que se ha centrado todo en el hospital”, subrayan.
Ahondando en qué características y habilidades deben tener los futuros profesionales sanitarios, el representante nacional de médicos jóvenes indica que “se está pidiendo un profesional 360 […], un médico humanista, un perfil técnico que esté actualizado a nivel de estudios y de máxima evidencia, […] y que sepa manejarse en un mundo digital, pero sin perder nunca el enfoque de por qué está en el sistema, y que es para ayudar y curar al paciente. Para ello hay que dedicarle tiempo a formarse y todo esto es muy complejo. Lo que tenemos que hacer es invertir todos los esfuerzos en producirlo ya que ahora no se está haciendo de una manera correcta”, puntualiza.
Domingo A. Sánchez (Lorca, 1992) es médico especialista en Oncología Médica, especialidad que ejerce en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca en Murcia. Se ha formado en ámbitos como la gestión sanitaria y la investigación, a través de sendos másteres universitarios, elementos formativos que le han ofrecido herramientas para poder ejercer sus dos vocaciones, la médica y la de representación profesional. En relación a esta segunda, en su corta pero dilatada trayectoria ha tenido diferentes cargos de representación. Destacan en su etapa universitaria la Vicepresidencia del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina o la presidencia del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Murcia. Ya en su etapa de formación sanitaria ha sido entre otros, el presidente del Comité de Empresa del Servicio Murciano de Salud, el representante español en la European Junior Doctors (EJD) y en la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS). Actualmente es el representante nacional de los médicos jóvenes en el Consejo Nacional de Colegios Oficiales de Médicos.
Para la vicepresidenta primera de la OMC, “esto es un paso hacia adelante que debe iniciarse en el seno de las universidades: hay que formar médicos del futuro con otra visión, con otras competencias porque, de lo contrario, no avanzaremos y no podremos ejercer ese liderazgo clínico de la medicina futura, […] tenemos que adquirir esas habilidades digitales, […] quizás no vale la pena que cursemos histología y es mejor que estudiemos análisis de datos, big data…los programas curriculares habría que adaptarlos”, señala.
Ambos coinciden en que “las generaciones nuevas aportan valor, otro enfoque mucho más alineado con la remodelación del sistema. […] Usar la vocación de médico para estirar el modelo vigente se está acabando y eso es positivo para la sociedad”, para que los ciudadanos puedan tener una cultura sanitaria y entender que la sanidad no tiene un “uso comercial, tenemos que saber qué recursos están a nuestro alcance y cómo utilizarlos mejor”. Aquí los gestores y políticos tienen un papel crucial para “medir y hacer políticas de estimulación para conseguir resultados, impactos en salud, lo que nosotros como profesionales queremos y lo que la gente desea”, apuntan.
Desde la OMC trasladan un mensaje fundamental, “el liderazgo debe ser entendido como dejar en mano del criterio profesional la sanidad del futuro”, puesto que “tenemos la capacidad desde nuestro análisis, desde la experiencia, desde la vocación, desde todas las esferas, de poder aunar ese avance que requiere la medicina”, señalan los médicos.
En resumen, el liderazgo en la sanidad del futuro requerirá una combinación de visión estratégica, adaptabilidad, enfoque en el paciente, colaboración, ética y pensamiento innovador. Los líderes deberán estar preparados para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que surjan en el campo de la salud en constante evolución.
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