El rol de las sociedades científicas en la transformación del sistema sanitario

Pensando el futuro con Pilar Garrido

El constante aprendizaje que ha supuesto y sigue suponiendo la pandemia de la COVID-19 ha acercado y reforzado el valor primordial que tiene la salud para los ciudadanos. Múltiples actores han pasado a formar parte de una especie de núcleo sanitario y científico, tanto informativo como activo, esencial para el progreso y la transformación del sistema sanitario; desde actores individuales como los divulgadores científicos, a instituciones como las sociedades científicas.

Pilar Garrido, presidenta de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) y jefe de la sección oncológica médica del hospital universitario Ramón y Cajal, ha mantenido una conversación con Healthinking en la que ha compartido su visión sobre el rol de las sociedades científicas en la transformación, desde la digitalización hasta la cogobernanza, del sistema sanitario del país.

Las sociedades científicas, junto con los profesionales que trabajan en ellas, cuentan con una credibilidad fortalecida por la pandemia; se han convertido en un referente científico, aunque la existencia de “poca homogeneidad en las decisiones políticas también ha generado confusión en la ciudadanía”, apunta Garrido.

Así pues, “para seguir siendo un referente científico, debemos mantener esta credibilidad que se ha ganado a pulso y seguir transmitiendo que la incertidumbre es un concepto, que no siempre tenemos certezas absolutas, que para construir evidencias hace falta un tiempo que, en el caso de la pandemia, se ha ido generando pero que, aun así, como profesionales, estamos dispuestos a asumir un compromiso para poder seguir adelante”, explica la doctora. “En esa transmisión a la ciudadanía tienen muchísimo peso los medios de comunicación. Necesitamos portavoces científicos creíbles pero que también utilicen un lenguaje cercano al ciudadano, y eso es una de las grandes cosas que se han puesto de manifiesto en esta era.”

El trabajo de los múltiples agentes que forman parte del sistema sanitario, desde sus actuaciones como informadores científicos a su labor de portavoces, también ha resaltado la necesidad de cooperación entre el sector científico y el gobierno. De este modo, la cogobernanza entre comunidades autónomas se ha convertido en uno de los hitos claves del sistema actual, por lo que la transversalidad y el trabajo conjunto entre el gobierno y las múltiples instituciones sanitarias, científicas y tecnológicas se plantea como todo un reto a afrontar mediante “la cohesión, la coordinación y la coherencia de los mensajes”, apunta la doctora Garrido. También defiende que el otro desafío a afrontar por parte de las sociedades científicas es “seguir estando en aquellos sitios en los que se toman las decisiones y que se cuente con nuestra opinión”.

Pilar Garrido es licenciada en Medicina, doctorada Cum Laude y profesora asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá. Jefe de Sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal, fue la primera mujer presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y también la primera mujer presidente de FACME (Federación de Asociaciones Científico Medicas Españolas), posición que sigue ocupando en la actualidad. A lo largo de su carrera, ha colaborado activamente con Sociedades Científicas nacionales e internacionales, y es patrono de distintas fundaciones y asociaciones dedicadas a la atención de los pacientes.

Claro está, que el futuro del Sistema Sanitario es una preocupación y uno de los focos de atención principales para el país. De hecho, en uno de los últimos artículos de Healthinking (https://www.healthinking.es/el-futuro-del-sistema-sanitario-en-los-planes-y-estrategias-del-gobierno/) se analizó el espacio y la relevancia que se le ha dado a la sanidad en los planes y estrategias de recuperación postpandemia pilotadas por el Gobierno. “Sería importante contar de una forma mucho más proactiva con el asesoramiento de las sociedades científicas en este momento”, explica Garrido, refiriéndose al peso de estas en los planes y estrategias del Gobierno. “Son decisiones que tienen un elevado componente científico-técnico, y ahí es donde nosotros somos fuertes y debería contarse más con nuestra opinión, por lo que considero que hay un gran margen de mejora en la distribución y en las tomas de decisiones relacionadas con este plan de recuperación”, concluye.

 

La innovación, un concepto a aterrizar

Si la cogobernanza es uno de los grandes hitos del presente y futuro del sistema sanitario, la digitalización es otro de los puntos clave sobre los que construir el mañana. Cuando hablamos de futuro, hablamos de la innovación del sistema en general, por lo que cada uno de los agentes que lo conformen tendrán un rol distinto en el que desenvolverse.  “Las sociedades científicas tenemos expertos y somos parte del sistema. El asesoramiento va ligado al conocimiento y, por lo tanto, podemos contribuir asesorando en lo que es necesario incluir dentro de estos datos de transformación digital”, opina Garrido al hablar del rol de dichas instituciones a la hora de contribuir a la transformación digital del sistema sanitario.

Y es que, sin innovación no hay transformación. Por ello, es esencial entender lo distintos campos que abarca el sistema sanitario, para así poder avanzar hacia un futuro innovador donde los nuevos medicamentos, las terapias avanzadas o la telemedicina tengan lugar, y se dé respuesta a las necesidades de los ciudadanos. “Lo primero es ponerse de acuerdo en la definición de innovación. No todo el mundo entiende, a nivel del Sistema Nacional de Salud, qué es un tratamiento innovador, que es un nuevo medicamento o de qué hablamos cuando hablamos de telemedicina. Por lo tanto, lo primero es ponerse de acuerdo en la definición de los términos, algo que no está definido en ningún sitio a nivel de las instituciones”, explica la doctora.  “Dentro de los campos que pueden ser prioritarios, el acceso a nuevos medicamentos y estrategias diagnósticas innovadoras son fundamentales.”

Estamos en un momento realmente crucial para el sistema. Venimos de una realidad durísima que ha hecho que durante un tiempo se haya quedado bloqueado el acceso al diagnóstico de otras muchas patologías y ahora empezamos a vivir la ola de los problemas de no-atención a los pacientes no COVID. “Tenemos unos recursos humanos en los hospitales y centros de salud realmente limitados, estresados y con un porcentaje de jubilación a corto plazo muy alto. Por lo tanto, en un horizonte cercano nos encontraremos con una reducción de recursos humanos, (desde luego en el ámbito médico que lo conozco de primera mano) muy alto. Esto conlleva el que sí o sí llevemos a cabo una redefinición del Sistema Nacional de Salud. Así pues, iniciativas como Healthinking, que contribuyan a la reflexión de la mejor forma que se pueda hacer son cruciales en este momento”, concluye Garrido.

La cogobernanza y la digitalización son dos de los principales hitos que ejercerán de faro en cuanto a la transformación del sistema sanitario. Pero ese futuro no será posible sin que haya una responsabilidad ciudadana en la exigencia a nuestros dirigentes de políticas consensuadas que garanticen la equidad a todos los ciudadanos y que sean acordes con el conocimiento científico.

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