La salud digital, ante una de sus grandes oportunidades

Desde que el coronavirus irrumpiera en nuestras vidas, se han producido numerosos cambios a nuestro alrededor y, de manera muy significativa, en el funcionamiento y organización del sistema sanitario. Uno de los más relevantes es, sin duda, el modo en que se han generalizado las consultas telefónicas para dar respuesta a las necesidades de distancia social, cuarentena y/o confinamiento a causa de las distintas olas de la actual crisis de salud pública.

Adolfo Muñoz, doctor en Ingeniería de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid y jefe de la Unidad de Investigación en Salud Digital del Instituto de Salud Carlos III, explica a Healthinking que “ha habido un antes y un después de la pandemia” en este ámbito.

“Por ejemplo, en el último foro de interoperabilidad de la Sociedad Española de Informática para la Salud (SEIS), celebrado en julio, se indicó que ya entonces se había producido un 70% de incremento en consultas telefónicas en Cataluña”, explica Muñoz, que considera positivo que se haya puesto de manifiesto “que la telemedicina es necesaria”, al tiempo que advierte sobre la necesidad de analizar dónde conviene recurrir a ella y dónde aún es pronto para hacerlo.

“Es necesario analizar en qué ámbitos puede ser beneficiosa con las tecnologías que tenemos disponibles y en cuáles hay que mejorar la tecnología para que esos servicios se puedan utilizar”, explica.

Las consultas telefónicas son “una parte pequeña” de la telemedicina, que se enmarca a su vez en un concepto mayor, que es el de “salud digital”, que comprende “el empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en cualquier ámbito relacionado con la salud” y es, en estos momentos, una de las áreas con mayor potencial para la mejora del Sistema Nacional de Salud.

En los últimos años, se han producido ya algunos avances. Especialmente, la puesta en marcha de la receta electrónica o la historia clínica digital. En estos momentos, desde el punto de vista de la telemedicina, se está comenzando a explorar la tecnología 5G, que va a permitir abordar nuevos servicios, y de forma más amplia, desde la perspectiva global de Salud Digital, se está trabajando en campos como el Big Data o la Inteligencia Artificial.

 

Los principales retos del desarrollo de la salud digital

En su conversación con Healthinking, el jefe de la Unidad de Investigación en Salud Digital del Instituto de Salud Carlos III, señala varios desafíos a los que se debe dar respuesta para profundizar y favorecer el desarrollo de la salud digital en el marco de nuestro sistema sanitario.

Uno de estos retos pasa por “utilizar mecanismos para definir los conceptos de manera clara”, de modo que se pueda avanzar hacia estrategias “adecuadas” para el manejo de la información que eviten malas interpretaciones por partir de definiciones o conceptualizaciones confusas.

Otro de los desafíos apuntados por Muñoz es la propia “inercia” del sistema, las posibles resistencias al cambio, propias de determinadas estructuras. “Uno de mis primeros jefes decía que el sistema tiene que reconocer que unos pacientes van a entrar por la puerta, pero otros van a llegar a través de los canales de comunicación”, explica, lo que requiere adaptar las estructuras. “Es una reorganización que hay que ir acometiendo poco a poco”, añade.

Adolfo Muñoz es el Jefe de la Unidad de Investigación en Salud Digital del Instituto de Salud Carlos III. Entre las áreas de interés de su Unidad destacan nuevos servicios asistenciales basados en Telemedicina, Historia Clínica Electrónica, Estándares TIC en Salud e Interoperabilidad entre Sistemas de Información Sanitarios.

Otro de los retos tiene que ver con la necesidad de formación de los profesionales en cuestiones relacionadas con salud digital. “Es algo que tenemos que ir incorporando poco a poco, incluyendo no solo a los profesionales que están en atención, sino también a quienes toman las decisiones, los gestores del sistema sanitario, que también tienen que saber lo que significa la historia clínica digital, sus ventajas, qués es la telemedicina, qué significa o implica la inteligencia artificial, etc.”, explica.

Y estos desafíos abarcan también, como en otros tantos ámbitos, la financiación. En este sentido, Muñoz advierte que a veces es difícil evaluar los resultados económicos que puede suponer el avance en este ámbito, pues no solo tiene consecuencias directas en las propias estructuras sino también otras de carácter indirecto en el conjunto de la sociedad o en la mejora de la equidad del sistema.

 

El futuro inmediato

Aunque España todavía tiene mucho camino por recorrer en salud digital, el jefe de la Unidad de Investigación en Salud Digital del Instituto de Salud Carlos III señala que nuestro país se encuentra en niveles de desarrollo similares a los de otros países.

De cara al futuro inmediato, ve con “esperanza” la creación de la Dirección General de Salud Digital y Sistemas de Información, incorporada en agosto al organigrama del Ministerio de Sanidad, y subraya también otros proyectos como la iniciativa IMPaCT (Infraestructura de Medicina de Precisión asociada a la Ciencia y Tecnología) desarrollada por el Instituto de Salud Carlos III.

En consecuencia, estamos ante un momento que, con sus análisis y aprendizajes correspondientes, puede suponer una importante oportunidad de crecimiento y avance hacia un sistema sanitario que, de forma sosegada y coordinada, incorpore las nuevas posibilidades que ofrecen las tecnologías y alcanzar de este modo una mejor salud para todos.

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